El 26 de abril se celebra el Día Mundial de la Propiedad Intelectual, una jornada que nos invita a reflexionar sobre la importancia de las marcas, las patentes y diseños en la innovación y el progreso humano. Este año, la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) propone enmarcar la celebración en el papel de la mujer en la innovación y la creación, homenajeando así a todas aquellas mujeres que han contribuido en el progreso científico y cultural a lo largo de la historia.
En concreto, la OMPI nos propone reflexionar en este día sobre la participación de la mujer en el sistema de propiedad industrial e intelectual. Según datos de 2015, menos de un tercio de las solicitudes de patente por vía PCT fueron presentadas por mujeres. Aunque el crecimiento se ha duplicado en los últimos nueve años, de mantenerse el ritmo actual no se alcanzará la paridad hasta el año 2076. Además, hay datos que apuntan también a una brecha de género en otras modalidades de protección de la PII. Por ejemplo, en Estados Unidos sólo el 15% de los profesionales del ámbito de los diseños industriales son mujeres.
Más complicado resulta establecer una comparativa en el caso de los derechos de autor y los derechos conexos, de los que hay disponible menos información al generarse, a menudo, de manera automática y sin necesidad de registro ante una administración central. Y sin embargo, los datos apuntan a que las profesiones creativas también están dominadas por hombres. La ONU nos proporciona algunos datos que ilustran esta realidad: en Estados Unidos, el número de registros de obras escritas por hombres es dos veces superior; el 80% de los guiones de películas están escritos por hombres y además, sólo el 7% de los directores de cine son mujeres.
Consciente de la situación, la OMPI celebró recientemente una mesa redonda sobre mujeres y propiedad intelectual con el objetivo de promover ecosistemas de innovación más integradores. Los expertos participantes indagaron en algunos de los motivos de la disparidad de género en el uso del sistema, entre los que destacaron la desigualdad en el contexto económico y social. Se recordó, entre otros, que en muchos países aún es habitual considerar los estudios científicos y técnicos como algo reservado a hombres, y también que las carreras de muchas mujeres inventoras y creadoras se ven frenadas por el denominado «techo de cristal».
¿Cómo fomentar la presencia de la mujer en la innovación?
En la mesa de debate de la OMPI se propusieron también algunas medidas para alentar a mujeres y niñas a crear valiosos activos de propiedad industrial. En primer lugar, potenciando la participación de la mujer en la ciencia a través de la educación y de medidas concretas que garanticen su presencia en todos los niveles de la innovación. También se abogó por mejorar la difusión del trabajo realizado por mujeres a través de iniciativas internacionales, nacionales y locales. Y por último, se hizo hincapié en la importancia de implicar a las autoridades en el apoyo a la mujer innovadora, así como en la difusión del papel de la propiedad intelectual y las ventajas de su uso.
Lo cierto es que la cuestión de género en el uso del sistema de propiedad intelectual preocupa dentro y fuera del sector. Y no lo hace sólo por los motivos evidentes, como es el hecho de que la disparidad obstaculiza y limita el desarrollo profesional de las mujeres. La situación tendría también efectos sobre el crecimiento económico y el potencial innovador de las sociedades. Lo cierto es que, cualquier límite a la actividad inventora y a la creatividad, obstaculiza el progreso y la riqueza. Y que además, y como ha quedado demostrado, los equipos de trabajo heterogéneos son mas innovadores y suelen obtener mejores resultados.
Desde PONS IP nos sumamos a la iniciativa del World IP Day 2018 poniendo en valor el papel de las mujeres innovadoras y creativas. Precisamente, la Oficina Española de Patentes y Marcas dedica una exposición a 23 de estas mujeres y sus patentes, abierta al público hasta el 31 de julio de 2018. Gracias a ellas, hoy disfrutamos de innumerables mejoras para nuestra vida en el ámbito de la educación, la salud, la agricultura y la comunicación, entre otros muchos.