Según el balance hecho público por la Oficina Española de Patentes y Marcas, las estadísticas de 2019 en relación a las de 2018 revelan que el número de solicitudes de marcas nacionales ha sufrido un ligero retroceso del 3,1% pese a haber superado la barrera de las 50,000. En paralelo, un 3,4% más de solicitantes españoles han buscado protección de sus marcas en la UE.
Este fenómeno se explica por varios motivos, según nuestra directora de Marcas Carmen González. Según nuestra abogada, el descenso en el número de solicitudes de marca nacional ante la OEPM “parece apuntar a un estancamiento de este número de registros. Probablemente, en mi opinión debido a una posible desaceleración de la economía española y su ralentización, pero también a una mayor tendencia hacia el registro de marcas de la Unión Europea”. Este crecimiento de solicitudes de marca de la UE, del 3,4% según los datos disponibles, se debe fundamentalmente a dos circunstancias: por un lado, el incremento del volumen de exportación de productos y servicios por parte de las empresas españolas que vemos también entre nuestros clientes que miran más hacia el mercado exterior.
En segundo término, la digitalización. El uso de las marcas en internet, según Carmen González, está haciendo que pequeñas empresas puedan acceder a mercados que hasta ahora eran menos accesibles y que necesiten contar con un registro que no solamente cubra y proteja el mercado español sino el mercado de la Unión Europea.
Por último, la directora de Marcas de PONS IP señaló la cuestión de los costes. “El registro de marca de la UE con un coste no muy superior al de la marca española, permite proteger la marca en los 28 estados miembros de la UE (27 cuando se haga efectiva la salida del Reino Unido) con lo cual tienes protegido todo el territorio para el momento en el que realmente quieras posicionar tu marca más allá del mercado español con un periodo de 5 años en el que no estás obligado a usar la marca. Teniendo en cuenta que prácticamente el registro de la marca va siempre va acompañado del nombre de dominio y de la implantación de la empresa del mundo online, eso hace que sea una marca muchísimo más atractiva para la empresa española ahora mismo, teniendo en cuenta el coste y la posibilidad de tener protegido el mercado como el de la Unión Europea de forma global”, concluyó la responsable de Marcas de la firma.
La patentes nacionales disminuyen en 2019 en favor de las europeas.
Los datos reflejan que el número de solicitudes de patente nacionales desciende un 14,1% frente al año 2018 con la presentación de 1.356 solicitudes. Por el contrario, los modelos de utilidad se estabilizan con un ligero crecimiento, 2.731 en 2019. Si bien la suma de ambos es ligeramente inferior (4.5%) a la del año 2018.
Este hecho no se debe evaluar de forma aislada, según nuestra directora de patentes Patricia Ramos, pues a pesar de los datos anteriormente citados hay que plantearse que la bajada en estas cifras no corresponde solo a una menor protección por patente si no a la búsqueda de estrategias más ambiciosas de protección. En este sentido, el número de las solicitudes de patente europea de origen español presentadas ante la OEPM ha incrementado un 21%. Esto indica que nuestros solicitantes prefieren esa vía de protección, sin duda por el encarecimiento del trámite nacional de patentes con la entrada en vigor en 2017 de la Nueva Ley de patentes.
A día de hoy la diferencia de costes en pequeña, por lo que se podría solicitar una patente europea ante un organismo con mucho prestigio como la Oficina Europea de patentes (EPO), que se publique en inglés para dar a conocer a un sector mayor y si se busca una protección más económica, el solicitante prefiera la vía del modelo de utilidad.
Desde este punto de vista, si se tiene en cuenta todas las solicitudes, patentes nacionales, europeas presentadas ante la OEPM y PCT presentadas ante la OEPM, la oficina menciona un ligero crecimiento del 0.7 %.
No hay que perder de vista que los números en los que nos movemos no son dignos de un país con talento científico demostrado y poco orientado a la innovación. Siguen liderando los rankings de mayores solicitantes de patentes los centros públicos de investigación y las Universidades en vez de las empresas. Para revertir estos datos, Ramos cree fundamental “blindar los activos intangibles, algo que en países como Alemania, China y Estados Unidos tienen muy interiorizado. En estos mercados nadie se plantea lanzar un producto sin protegerlo por patente u otro derecho de PI». Hay que fomentar la cultura de patentes y es necesario una implicación del Gobierno en todo lo que respecta a la I+D+i en España, en caso contrario seguiremos en números tan bajos y sin apenas crecimiento en este ámbito”.
Un dato optimista, las solicitudes en enero de 2020 patentes y modelos de utilidad ya has sido crecientes con respecto a 2019.
Las solicitudes de diseños descienden en 2019
Las solicitudes de diseño industrial en España han sufrido un retroceso del 6%, pasando de 1.685 a 1.585. Sin embargo, a diferencia de las marcas o las patentes nacionales, los solicitantes no han buscado protección en diseños comunitarios, según fuentes públicas de la EUIPO, las solicitudes de Diseño Comunitario de origen español han disminuido un 7,4%, pasando de 3.653 diseños en 2018 a 3.383 en este 2019.
La figura del diseño, cuya función es la de la protección de la apariencia externa, es un gran desconocido cuyo papel es muy relevante cuando se piensa de forma global en la protección de un objeto.
Estos datos son provisionales y aun no han sido publicados los de otras oficinas como la europea o las de la OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual) que nos darán el marco general no solo en España si no del comportamiento de los solicitantes españoles fuera de nuestras fronteras.
Carmen González, Directora de Marcas de PONS IP y Patricia Ramos, Directora de Patentes de PONS IP.