El I Congreso “IA, Derecho y Empresa” organizado por Lefebvre, compañía de software y contenido jurídico especializado en el sector legal, ha reunido a decenas de los principales expertos de IA, juristas de los principales despachos y profesionales del derecho del sector empresarial en un encuentro que contó con la colaboración de PONS IP junto a varias de las principales firmas legales en España con el objetivo de explorar durante una jornada completa todas las posibilidades que otorgan las nuevas tecnologías a los despachos, consultoras del sector legal y empresas legaltech.
En este sentido, tal y como quedó reflejado a lo largo de todas las sesiones de trabajo, la Inteligencia Artificial ha irrumpido con fuerza en todos los ámbitos de la sociedad y se muestra como una gran ventaja competitiva dentro del derecho y la empresa, pero es necesario conocer cómo implantarla en el marco del complicado equilibro entre la oportunidad de innovar para mejorar la actividad empresarial, el mantenimiento de los derechos fundamentales y la responsabilidad del legislador de ordenar esta disrupción tecnológica. En ese sentido, un dato muestra hasta qué punto la IA ha impactado en el volumen normativo. Hasta finales de 2023, el número de regulaciones sobre IA en EEUU contaba ya con 25 regulaciones relacionadas con la cuestión frente a solo una en 2016. Solo el año pasado, el número total de regulaciones relacionadas con la IA creció un 56,3%.
Bajo esta premisa, el congreso agotó las entradas presenciales con más de 300 asistentes que coparon todas las plazas del auditorio del Banco Santander, sede oficial del Congreso, junto a cerca de 500 profesionales que asistieron de forma telemática en un encuentro que fue todo un éxito en su primera convocatoria. La temática del encuentro permitió que todos esos asistentes descubrieran las claves para integrar las herramientas basadas en IA en sus estrategias y trabajo diario, optimizar sus resultados y obtener ventajas competitivas.
PONS IP, en calidad de partner del Congreso, jugó un activo papel durante la jornada con la participación de José Carlos Erdozain, Of counsel de PONS IP y experto jurista en privacidad y propiedad intelectual, en un coloquio que compartió con expertos de reconocida trayectoria profesional como Rodrigo González, socio de Derecho Digital de Deloitte Legal; y Marcos Judel, presidente de la Asociación Profesional Española de Privacidad. Los tres juristas dieron respuesta a varias de las principales cuestiones que los despachos y consultoras del sector legal pueden hacerse en un primer momento sobre la IA y su aplicación en los despachos y empresas.
Desde el punto de vista de la propiedad industrial, es relevante descubrir quién ostenta la soberanía y a quien debemos otorgar la propiedad de las creaciones de la IA. Si bien es cierto que su entrenamiento es muy relevante y los contenidos utilizados para ello también; es relevante destacar también el tratamiento que debe hacerse de esta tecnología. Lo entrenan humanos, pero, el resultado final es de una “máquina”. ¿Sería correcto humanizarla a nivel jurídico? En opinión de José Carlos Erdozain, Of counsel de PONS IP, ante la falta de incentivos, necesidad y de la propia inteligencia, “la IA tal cual la conocemos hoy no es más que un software muy sofisticado que está programado para dar respuestas posibles y más probables, pero de forma reactiva, sin motivación inherente o personal. Por tanto, la creatividad artística, tal cual la entendemos, no se adecúa al tipo de creación artística o inventiva de una IA. Allí hay inspiración, espíritu o voluntad, artísticos; aquí un resultado optimizado por el contraste con infinidad de datos como el big data. La conclusión es que el autor y/o inventor solo puede ser una persona humana”, concluyó Erdozain.
En relación a la privacidad, el jurista de PONS IP apuntó la necesidad de hacer más transparente el tratamiento de los datos que procesan las IA “para garantizar el derecho a la intimidad, y la protección de datos” a lo largo del ciclo de vida de los sistemas de inteligencia artificial, especialmente en lo relativo a datos y la identificación biométrica”
Por último, José Carlos Erdozain reclamó un papel “más proactivo” del legislador más allá de los modelos que defienden una completa autorregulación “porque es verdad que las potencialidades de la IA afectan a áreas muy diversas y que se adentran en los derechos fundamentales tales como la intimidad, la libertad de movimiento, la libertad de opinión, entre otros muchos. Además, debemos plantearnos como reto humanizar las IA, siempre teniendo como referencia los principios éticos fundamentales que como sociedad son la base del bienestar económico y la igualdad de oportunidades”.
