La Fundación PONS ha acogido esta mañana una nueva edición del Foro de Innovadores bajo el lema “Innovación Biotecnológica: Ciencia con Impacto”. El encuentro, organizado por PONS IP con la colaboración de ASEBIO, se enmarca en las actividades del proyecto europeo Scale Lab financiado con fondos europeos por la Comunidad de Madrid ha reunido a cerca de un centenar de profesionales, startups, investigadores, responsables públicos e inversores. El objetivo: impulsar experiencias y estrategias para impulsar la transferencia de conocimiento y la conexión entre ciencia, industria y financiación, así como dar visibilidad a soluciones emergentes en el ámbito biotecnológico y reflexionar sobre las oportunidades de colaboración público-privada promoviendo una cultura sólida de protección de la innovación a través de la propiedad industrial.
Según los datos que refleja el “Informe ASEBIO 2024” la actividad de las empresas biotech en España ha generado más de 13.000 millones de euros de renta, lo que supone el 1,1% del PIB nacional. Las biotech contribuyen con 131.214 empleados, es decir, lo que supone el 0,67% del empleo nacional. La productividad por empleado en estas compañías es tres veces superior a la media nacional, y con un salario por empleado que duplica la media nacional.
En materia de propiedad industrial, destaca el hecho de que el 82% de las solicitudes de patentes biotecnológicas se presentan a través de la Oficina Europea de Patentes (EPO) o mediante el Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT), lo que refleja la clara orientación internacional del sector. En total, se registraron 512 solicitudes y 121 concesiones de patentes biotecnológicas en 2024. La cotitularidad se mantiene como el régimen predominante, con 223 solicitudes y 52 concesiones, lo que plantea nuevos retos en la gestión de la innovación conjunta.
Con estos datos de contexto, la jornada comenzó con la intervención institucional de Vicente Parras, subdirector General de Innovación Tecnológica en la Comunidad de Madrid, quien subrayó el papel de las políticas públicas como motor del ecosistema biotech regional y la necesidad de “escuchar” al sector activamente para que esas políticas sean palanca de transferencia al mercado en un sector “donde hay un desequilibro entre una gran generación de conocimiento que no es proporcional a volumen de transferencia tecnológica y desarrollo económico vinculado a un sector con un gran potencial como es la biotecnológica en la Comunidad”.
Uno de los momentos clave fue la mesa de expertos “Cómo impulsar el sector biotech en la Comunidad de Madrid”, moderada por Ion Arocena, director general de AseBio (Asociación Española de Bioempresas), que destacó que la biotecnología está transformando sectores estratégicos como la salud, la sostenibilidad y la seguridad alimentaria, y subrayó la necesidad de construir un ecosistema sólido que permita que estas innovaciones lleguen a la sociedad. Recordó que se trata de un sector con altos niveles de riesgo, largos ciclos de desarrollo y fuerte dependencia de la financiación, especialmente en un tejido empresarial compuesto mayoritariamente por pymes. “Si queremos que la biotecnología sea un pilar de un modelo económico más resiliente e innovador, debemos apostar por su impulso desde todos los ámbitos”, concluyó.
El coloquio contó con la participación de Javier Colás, director del Clúster en Tecnologías Biomédicas, junto a Marta del Castillo, directora general del Parque Científico de Madrid y Ana Herrera, directora de Patentes de PONS IP, que debatieron sobre las fortalezas y retos del sector en la región. Actualmente, Madrid concentra cerca de una de cada 5 de las empresas biotech de España, genera el 34,95 % de la facturación nacional y suma más de 124.000 empleos vinculados al sector. Sin embargo, solo se han creado 41 nuevas compañías en la última década, lo que refleja un menor dinamismo emprendedor frente a otras comunidades. Los ponentes coincidieron en la urgencia de reforzar las estructuras de apoyo y articular una hoja de ruta que permita escalar e internacionalizar las iniciativas innovadoras desde Madrid. En dicha mesa, Ana Herrera, directora de Patentes, Desarrollo Tecnológico e Innovación en PONS IP, destacó la importancia de fomentar una cultura de protección industrial alineada con la estrategia de internacionalización de las compañías biotecnológicas, alineando la generación de empresas y proyectos a la actividad de propiedad industrial que en la actualidad está “muy desequilibrada”.
El segundo momento importante de la jornada se centró en las soluciones emergentes en biotecnología, un espacio moderado por el periodista de EFE, Andrés Dulanto que reunió a ocho startups innovadoras como BioClonal, Servatrix, 60Nd, STAb Therapeutics, SMED Clinical Research o COLFEED4Print. Las compañías presentaron avances en inmunoterapia, impresión 3D funcional, inteligencia artificial aplicada a oncología y alimentos funcionales a base de quinoa, entre otros.
La tercera y última mesa del Foro, titulada “Open Innovation y financiación en el ecosistema biotecnológico”, fue moderada por Nuria Marcos, directora general de PONS IP, y contó con la participación de Pablo Hervás, Healthcare Transformation Director en GSK, Arturo Urrios, socio en Ysios Capital y Vicente Parras, subdirector General de Innovación Tecnológica en la Comunidad de Madrid.
El debate abordó los desafíos actuales y las oportunidades emergentes para escalar el sector biotech en España, en un contexto marcado por la caída del volumen de inversión privada, que se redujo por tercer año consecutivo en 2024, aunque el número de operaciones aumentó un 26 %, hasta las 53. Los expertos señalaron, entre otras medidas, la necesidad de reactivar el interés del capital riesgo y reforzar los mecanismos de financiación pública como CDTI, BEI, ENISA o los fondos europeos regionales para impulsar el desarrollo de nuevos proyectos y la escalabilidad de los ya existentes dentro del tejido empresarial del sector.
Sobre la mesa quedó patente el gran dinamismo del sector, especialmente en el ámbito de la salud digital, donde el 63 % de las más de 600 startups europeas se han creado en los últimos cinco años. También se puso de relieve la convergencia entre biotecnología, farma y healthtech, que ha impulsado una financiación global superior a los 60.000 millones de euros en 2024. En este contexto, se insistió en la necesidad de acompañar a las micropymes biotech en su integración en cadenas de valor globales, la adaptación a mercados regulados, la necesidad de impulsar el crecimiento y también la adopción de tecnologías digitales como vía para ganar competitividad. La cultura de la propiedad industrial —con un 82 % de solicitudes de patentes tramitadas en Europa o vía PCT— fue señalada como un factor estratégico imprescindible para la internacionalización en un entorno cada vez más competitivo.